un día de estos

un día de estos
te tengo que llamar

a ver si logramos saber
qué hay dentro del aire

dentro de tu aire y de tus aguas

que hay en una atmósfera cualquiera, por ejemplo,
la de tu planeta


un día de estos hallaré una línea más segura
por donde hacerte las preguntas del caso,
ya se sabe,
agua, aire y quién sabe si
algo de fuego,
algo de tierra

la sonrisa

la sonrisa que me tengo
es la resaca
de oír tu voz
-a veces cansada
a veces feliz-
durante veintiseis minutos

cuando me vuelvas a oír

cuando me vuelvas a oír
cuando te vuelva a hablar
qué de silencios tendré
para tus ojos

romper silencios

romper silencios:
sólo es
cosa que me digas

en el mareo

en el mareo de mi
ciega poesía
trato de verte

por eso

por eso
solo te puedo decir
que yo también

desde entonces

desde entonces que ya no es octubre

y cualquiera de estas primaveras
se reventará sobre mi craneo
que no deja de pensar en ti

razón de más para sacarle brillo
a la fragil memoria de lo que ya imaginé
mil veces
versos que se me atragantan
y que salen a dar tontos alaridos
allá
por las afueras de tus bellos ojos
que ya ni me miren...

silencio de cabecera

silencio de cabecera

boca inutil
que se me pierde
entre todos estos llamados
que sueño a tu salud

dónde pararme

¿dónde pararme
para que me de tu
sombra?

¿a quién gritarle
para oír
un poco tu silencio?

desde aquel tiempo

cuando venías de vuelta
y yo llegando recién
te miraba en la acera de enfrente
de las avenidas

tus ojos
que no me veían
eran poder magnético

serán
corrijo
son y siempre

entrecortado te veía
venir
y yo hacía como que te
saludaba y tú
no hacías nada:
pasabas de largo
a tu destino


ya entonces
era entonces
y esperaba tus
apariciones de Verónica

te veo venir
en mi imaginación
y se acelera el cosmos este
en el que orbito

¿pasa de largo
hasta el próximo equinoccio?

tus ojos son y siempre,
siempre de siempre,

materia oscura
o algo así
tu paso de calles
que por ser tuyas
sólo por eso
no pienso ni olvidar

-tu paso
de verónica perfecta-

quién

¿quién eres
que me suenas,
quién soy
que sueno en tu
silencio?

desorbitada

desorbitada angelita de mi sueño
eres verónica y no hay nada
más que hacerte:
acometer como quien sólo
ve lo rojo de tu boca
mientras esquivas las
sonrisas que te mando

eres verónica y me quedo
un poco triste sin oirte

entonces me mandas

entonces me mandas
a la punta de mi cerro
de donde no debí salir jamás

y quedo deslenguado
mientras una voz que no te pertenece
me invita a tu buzón

porque siempre se hará tarde

mientras esperé

mientras esperé nunca esperé
hasta que hubo un semi beso
o algo así
y esta canción
quedaba detenida

fui a despertar sin otra luz
exhalé algún verso gris
que siempre se me salió girado
que me insinúa tal si nada
las mitologías de tu nombre

pero hace frío aquí

pero hace frío aquí
después de que hablamos
-labios cansados de esperar-

hoy aprendí

hoy aprendí
un poco más
de los misterios
en tu nombre

y me fui un poco
más feliz
sabiéndote estación
de algún descanso
y pasaje de la buena memoria

en ti me doy
imagen verdadera
de un mundo hacia donde
navegarnos

muros vacíos
señales extraviadas
nombre de tí
invocado en desnudez do la pupila

pero te anoto

pero te anoto
sílaba tras sílaba
por no pasarme más películas
por los pasillos de algún
otro firmamento

entonces busco en nubarrones
con la terrible ayuda
de mi telescopio de bolsillo

no te creas que esto es verso:
todo me sucede
cualquiera de estos días
que no puedo borrar
de ciertos mapas


yo se que nuestra charla
siempre ha sucedido así:
hablas cada tantos años
yo me siento a ver
cómo salen de tí tus plabras
mientras muero de tu hambre y tu sed
hasta la próxima estación


en medio de eso
se han caído mil satélites
o han sido degradados
dos o tres planetas

mas me vale seguirte dibujando
sílabas entre lo oscuro

como no vas a leerme (cincuenta silencios)

como no vas a leerme
por lo menos estos cincuenta silencios
me dejo describir
en la tipografía de lo que me callas

descansen así
los plácidos minutos
en que destejo tus palabras
-las que llegaron a mi noche-


no sé decirte más,
por eso pienso eliminar el río
con su cauce

la voz con su garganta
el lápiz de la luz
con su cuaderno más oscuro

escribo en los polvos de mi suelo

escribo en los polvos de mi suelo
lo que anhelo por leer
en el plano sideral de tu bóveda celeste

¿me quieres ser?

¿me quieres ser
la supernova
de algún cielo incierto?


¿interrumpir
el viaje de mi luz
con tu materia oscura
que me atraiga hasta beber
partículas del pozo?

¿o así aterido descubrirte
con el encono y la sorpresa
del astrónomo a punto de sentir
las cifras de su ceguera de mentira?

¿buscarte nebulosa
a puro verbo con su
olfato de infalible?


¿me quieres ser
una espiral en las
galaxias de tu cielo raso?

¿o has de prender las ampolletas
para que pierda ese paisaje,
y el silencio de tu constelación?

eres mi antídoto

eres mi antídoto del agua
contra veneno de la sal del más allá
apenas contraluz
que se desangra en el ramaje
de los besos que nos hemos ofrendado

yo me soñé

yo me soñé en tus
partes animadas
y era como siempre:
un barrio de secretos
en donde todo el fuego cantaba de ti


yo me pedí
derrota y tuve
tu armisticio
apenas rendiciones
en lo contraluz


yo me soplé
cabellos
de tu espíritu

y me rendí
ante tus trincheras

prepárate la boca

prepárate la boca,
suicida de otro amor,
que voy a que me escuches

sílaba tras sílaba tras
verso, como quien bese
tu suicida amor de ciega

traigo mi más amor de sordo
y gris impenitente:
estrofa tras estrofa tras besar

que si me encuentro

que si me encuentro
de repente
con una como tú
-que apenas sé
de una y sola-
me pongo a amarla
así discretamente
pero en llamas
que veo iluminar
las ciertas noches
en que pretendo de dormir
y no me puedo

y no me puedo
porque de repente
una como tú
-que apenas se de una que eres-
me llama en lo despierto
y me dice y me manda
a que la sueñe
a que la sueñe así:
despierto

pero sospecho que ninguna

pero sospecho que ninguna de esta estrofa
por plural o singular que se desangre
arribará hasta tus riberas en asalto
ni festejo
u homenaje


me leeré tu carta recordada
entre diez mil pedazos de papeles
que me desfiguran


me abrigaré a tu olvido
por puro no vivir así
pendiente de tu fuga




y brindaré entre vinos de tu boca
mientras me pierdo en pasadizos
por donde no transitas




voy a decirme otra vez
que te amo
entre silencios
que me nublan la visión




yo quiero ver
el día en que te lluevas


me acercaré a la charca congelada
donde mis dedos quebrarán la tonta escarcha
que se nos olvidó en cualquiera de tus estaciones


allí en el fondo de esas aguas temblorosas
mi estrofa congelada
te lanzará un retazo de mi voz

apenas otro
insomnio más

te dejo andar

te dejo andar
como si nada
soplando tu cariño
en medio de otros
ventarrones

absurdo soy
otorgándote permisos
que ni sueñas

pero escribiendo así
me creo fiel a este fervor

que ni te creas
se me han pasado años
en soñarte


la lucidez revuelve mis papeles
apágame esta luz
con tu soplido

dime que venga a tí
entre lo oscuro de lo oscuro

déjame andar
como si todo

he llegado acá

he llegado aquí
con más de cuarenta poemas
creyendo ver tus ojos
entre los puntos de una luz
que poco a poco se oscurece

sigo varado

sigo varado
en la sinrazón plena y vigente
de un beso que me imaginaste dar

saco cuentas
enumero días que no saben aparecerse por aquí
habito en sueños blindados

luego
ando tu calle
como quien espera la caída de la Luna

Escribo directo

Escribo directo en el torrente
-sangre, aire, deseo, sueño, confusión-
directo y sin borradores
apoyado en el pulso
cada letra
cada punto de luz
tratando de encontrar tu propia sombra

Escribo directo en el silencio
-no oigo lo que tengas que decir-
impune y falaz
de espaldas a lo que no puede ser soñado
cada letra
cada átomo de falsa tinta
tratando de alumbrarme con tu sombra

¿Y si sólo te sirviera para esto?

¿Y si sólo te sirviera para esto:
para escribir estrófas tontas
que imagino recitarte al oído
de noches que ya no serán?

Y si me enredo

¿Y si me enredo en tus atrapasueños
a quién vas a despertar
para que salga hacia otra noche?

¿y si un día?

¿y si un día despertaras
y yo estuviera junto a tí
leyéndote en voz muy baja
unos versos de Emily Dickinson?

Y verte

Y verte más desnuda
que toda tu
 desnudez


Y amarte más amada
que cualquier
besado amor con su
pasadomañana

Aleteas

Aleteas en la frontera
de mis sueños

Aunque seas otra ave
yo sé reconocer el brillo
de tus alas


Me cansas de revolotear

Te capturo un minuto,
luego encuentras el sur
y te me huyes


¿
Aleteas en mi sombra
o es mi penumbra la que
migra hacia ti
?

cuando haya que leerte

cuando haya que leerte
estos pésimos poemas
me alumbraré con algo de tu luz

tanteando como ciego
sílaba tras sílaba
y acariciándote, por lo demás



cuando haya que leerte
ests obtusas letras
me sacaré la piel para mirar mejor
 
se me secará la voz
seguramente
y moriré latiendo junto a tí



cuando haya de leer
en voz muy alta
versos como los de aquí

esperaré tu sueño
o el fin de tu dormir
o el inicio de mi tonta vigilia



cuando haya que leerte
alumbraré con tu mas bella luz
estos pésimos poemas

ayer fue tarde

ayer fue tarde
y me perdí
de tu vista


el año ya goteó
su terca sangre
sobre nuestras cabezas

y si un día de estos
nuestros corazones arden
habrá que guardarse alguna ventolera
entre los pliegues de la piel
como quien dice besos
para días sin fecha de vencimiento


ayer fue más tarde aún
y te encontré
oyendo mis llamadas


el día, el solo día
escanció su vino alegre
en la comisura de tus labios


todo esto son visiones
torpes profecías
que no saben escribirse
ni en mis manos que te buscan
ni en tu benévola penumbra
donde aún no brillará mi propia luz


somos astros
sin
eclipse


somos apenas
órbitas sin centro
de un sistema que arderá


y yo
que ya ni sé
callar

nuestra conversación

nuestra conversación
se prolonga infinita
en medio de los tiempos


a veces se interrumpe
en el vacío
de la circunstancia

pero a mi oído
ávido de tu reír
ese quiebre no le importa


te sé esperar
en el centro de mi sed
el centro de mi pulso

secretos

por eso digo que mi soledad es tuya
pero no se lo cuentes a tu hombre

por eso sé de quien será tu soledad
aunque no pienso contarle a mi mujer

y viceversa de las viceversas:
no creo en los zodíacos
pero leo en tus constelaciones
como quien dice
mi tacto que ya sueña tus espaldas

pero eso tampoco debe ser contado:
a soñar con la boca cerrada

a besar
a besar nubes de tu cielo
mientras espero que te llegues

-disfruto entonces de la sombra
que me ofrecen unas ruinas recién hechas-


¿eres tú la que viene por ahí encandilando
o soy apenas yo que te adivina
te espera o te desea?

esto tampoco debe ser contado:
el secreto que te grito
por todo el horizonte digital


sé que este que escribe no soy yo
pero tu acunas mi misterio
son sus letras de luz

no lo cuentes
no lo leas
no lo escuches susurrando

de mi boca hasta tu oído
de mi boca hasta tu oído
de mi boca hasta tu oído