ayer fue tarde
y me perdí
de tu vista
el año ya goteó
su terca sangre
sobre nuestras cabezas
y si un día de estos
nuestros corazones arden
habrá que guardarse alguna ventolera
entre los pliegues de la piel
como quien dice besos
para días sin fecha de vencimiento
ayer fue más tarde aún
y te encontré
oyendo mis llamadas
el día, el solo día
escanció su vino alegre
en la comisura de tus labios
todo esto son visiones
torpes profecías
que no saben escribirse
ni en mis manos que te buscan
ni en tu benévola penumbra
donde aún no brillará mi propia luz
somos astros
sin
eclipse
somos apenas
órbitas sin centro
de un sistema que arderá
y yo
que ya ni sé
callar
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